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YAŞAR KEMAL, POETA: LA PRIMAVERA HA VENIDO

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¡Ojalá fueras la vida! Ojalá fueras la tierra. Ojalá pudiera brotar de ti Como un agua clara. Como un bosque oscuro. Duerme el cautivo. ¡Callad! Es medianoche. En sus ojos brota luz de luna, ¡Que duerma el cautivo! Mi niña, Te daré los sueños más bellos Los ensueños más hermosos. Las nanas más dulces Robaré de los labios, Y como un tul blanco Las extenderé sobre tu cuna. Si Dios creara La mujer de mis sueños, Hasta la muerte sería su siervo, Y después de la muerte también… ESPERA Claro que sí, un día las flores se abrirán blancas Como una canción libre y feliz Y se extenderá la luz desde nuestras ventanas. Nacerá el día que queremos, Y caerá la lluvia como deseamos. Acabará nuestra admiración por el cielo; La primavera que llega desnuda a nuestras puertas Caerá a la tierra como una semilla. Soplará un viento diferente para nosotros. Aumentará la familiaridad de los jardines. Y viviremo

YAŞAR KEMAL, UNA VIDA FUERA DE LO COMÚN

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Kemal Sadık Gökçeli nació en 1923 en Hemite, en el este de Anatolia, la antigua Cilicia, esa llanura entre los montes del Taurus y el Mediterráneo ahora conocida por su nombre turco, la Çukurova de agaes y jornaleros donde Kemal ambientará gran parte de su obra. Hemite era una aldea de apenas sesenta casas habitada desde el siglo xix por nómadas turcomanos. Sus padres habían huido de la región del lago Van al ser ocupada esta por los rusos en 1915, en plena guerra mundial. Por parte de su padre, descendía de un clan kurdo, y Kemal cuenta que su familia era la única de aquella aldea que hablaba kurdo; por línea materna descendía de un clan de bandoleros, y uno de sus tíos, apodado Mahiro, fue un bandido célebre, abatido a los veinticinco años tras fugarse de la cárcel de Van. Cuando nació, su padre tenía ya más de cincuenta años, y su madre, solo diecisiete. Kemal tenía un hermanastro mayor que él, que había sido recogido por su padre al encontrarlo abandonado durante la caótica huid

La primavera ha venido

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Se trata del único libro de poesía escrito por Yasar Kemal. Como afirma Güven Turan en la presentación de este libro singular: "Sabía, por lo que había leído de sus biografías, que Yaşar Kemal escribía poesía en su tierna juventud. Además, un joven como él que recorría de trovador las montañas del Tauro y recolectaba elegías y leyendas, ¿cómo iba a contener la poesía que se acumulaba en su interior? Pero supongamos que no sabemos nada de eso, ¿quién, leyendo sus relatos y novelas, no se ha dicho alguna vez «eso es pura poesía»? A pesar de ello, la primera vez que Yaşar Kemal me presentó las páginas que componen este libro, confieso que no esperaba algo así: quien tenía ante mí no era un escritor de ficción metido a poeta, sino que era un auténtico poeta. [...] Yaşar Kemal se había dedicado a la poesía hasta 1945 y luego se retiró... Recordemos que 1946 es el año en que escribe su primer cuento, «Un cuento sucio»... Tras este cuento entra en las páginas de la hist

YAŞAR KEMAL: LOS KURDOS RECLAMAN SUS DERECHOS HUMANOS

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LOS KURDOS RECLAMAN SUS DERECHOS HUMANOS [publicamos a continuación un amplio extracto del largo artículo que Yaşar Kemal publicó en 1992 al enterarse del asesinato de su amigo Musa Anter. Se trata de un vibrante alegato a favor de la paz, la democracia y el reconocimiento de la diversidad y los derechos humanos para el pueblo kurdo, que nos ha parecido sigue siendo de actualidad en Turquía, pero también en el Oriente Medio desgarrado por la guerra y las luchas étnicas y confesionales.] Yaşar Kemal, Cumhuriyet semanal, 2 de octubre de 1992 Estaba tal vez equivocado. Era incapaz de pensar que pudiera existir alguien, por sanguinario, torturador o verdugo que fuera, capaz de atacar a alguien como Musa Anter. Conocí a Musa Anter cuando yo debía de andar por los veintitrés años, y nuestra amistad se mantuvo desde entonces. Fue alguien que siempre mantuvo una visión optimista del mundo. Hasta en los días más oscuros, de mayor opresión, siempre estaba radiante, esperanz

Calor amarillo

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CALOR AMARILLO —Mamá, mamá, mañana por la mañana despiértame antes de que amanezca —dijo el niño. —¿Y si no te despiertas? —Si no me despierto, clávame una aguja. Tírame de los pelos. Pégame. En la pálida cara de la menuda mujer, sus vivarachos ojos negros relucieron alegres un instante. —¿Y si sigues sin despertarte? —Pues me matas. La mujer lo cogió en brazos y lo estrechó contra su pecho: —¡Alma mía! —exclamó. —Si no me despierto... —el niño se quedó pensativo y añadió— ponme guindilla en la boca. Su madre, con los ojos húmedos, lo besó y lo estrechó de nuevo tiernamente contra su pecho. El niño vuelve a repetir: —¡Oye, si no me despierto, me pones guindilla en la boca, eh!... —¡Alma mía! —Que la guindilla sea muy picante. Se pone caprichoso, patalea y grita sin parar: —Guindilla picante, pimienta roja... Que me abrase la boca... Un fuego... Que me despierte rápido... Enseguida... Se suelta de la mano de su madre, sube a toda veloci

EN RECUERDO DE YAŞAR KEMAL

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INCLUIMOS A CONTINUACIÓN UNA SELECCIÓN DE ARTÍCULOS Y FOTOGRAFÍAS EN  RECUERDO DEL  GRAN ESCRITOR TURCO JOSÉ MARÍA MERINO: EL UNIVERSO DE YASAR KEMAL Los mitos interpretaron el origen del mundo, convirtieron lo huraño y ajeno de los espacios naturales en escenarios inteligibles para la experiencia de los seres vivos, y establecieron modelos de conducta significativos, únicos, inmutables, que pudiesen servir de referencia para los sucesivos comportamientos humanos. Sagrados, intemporales, los mitos daban sentido al misterio de la existencia. Aparentemente, la ficción novelesca ha sido, desde su nacimiento, el género demoledor de los mitos. Pues la novela nace profana, secular, su ámbito natural es el tiempo que pasa, no un tiempo circular o inmóvil, las conductas de sus personajes responden a las pautas culturales de cada sociedad y de cada momento, y sus escenarios, como la vida de los seres humanos, son provisionales, están condenados a desaparecer. Del mismo